Natación: cambios en la potencia e impulso de brazada debido a la respiración.

En la actualidad se están usando muchos dispositivos para el control del entrenamiento. Los potenciómetros en ciclismo o los estimadores de potencia en la carrera siguen aumentando su importancia en la programación de los mismos. En natación están apareciendo palas, pero en este caso (de momento) van más encaminados hacía el análisis de la técnica.

Durante este artículo vamos a mostrar algunos datos de interés que pueden aportar estas palas y la importancia que tiene incluir un video – análisis. Se ha hecho la comparativa de cómo se modifica la técnica cuando se respira a un lado u otro.

La mayoría de los deportistas tienen un lado preferente para respirar cuando nadan tanto en piscina como en aguas abiertas, pero eso no quiere decir que sea nuestro lado más eficiente para nadar.

En la siguiente imagen se muestra como el deportista utiliza la mano izquierda para “apoyarse” en el agua y poder mantener la cabeza fuera del agua para respirar. También podemos ver el hombro extendido, el cual dificulta la buena colocación del codo (imposibilitando el conocido codo alto en natación)

Fuerzas propulsivas

Si nos fijamos en la fuerza propulsiva (zona verde) que genera durante la brazada, podemos ver que tarda bastante tiempo en ser elevada debido a la mala colocación del brazo en esta primera parte de la brazada.

Sin embargo, cuando analizamos la brazada cuando respira hacía el lado izquierdo la posición del hombro, codo y mano cambia claramente. El deportista no busca ese apoyo para mantener la cabeza fuera del agua para respirar, se centra en buscar fuerzas propulsivas. Se puede ver la dirección de la palma de la mano mirando hacia atrás, facilitando el “agarre” de agua para avanzar.

Si comparamos las fuerzas propulsivas entre ambos lados de respiración se puede ver una evidente diferencia.

Como se expone en puntos anteriores, cuando el deportista respira hacia el lado derecho, las fuerzas propulsivas aumentan de forma muy progresiva, hasta que hay una elevación importante a mitad de brazada. En cambio, cuando respira hacia el lado izquierdo, se observa un aumento mucho más rápido en el inicio de la brazada, provocado por esa mejor colocación de la mano, a causa del hombro y el codo.

En ambas brazadas se eleva claramente las fuerzas propulsivas en la zona media de cada una. En la respiración hacía el lado izquierdo hay un pequeño “valle” debido a la pérdida de velocidad de la mano (podemos analizarlo más adelante en otro artículo).

A continuación, vamos a hablar del impulso de la brazada, pero antes debemos tener claro el concepto:

  • El impulso nos dice cómo es aplicada la fuerza en relación con el tiempo y como consecuencia, como afecta a la velocidad del nadador.
  • Una fuerza aplicada durante un largo periodo de tiempo puede tener como resultante un mayor impulso en comparación a una fuerza elevada durante un tiempo muy corto.
  • Por lo tanto, debemos maximizar el impulso de cada brazada antes que mejorar simplemente la fuerza.
  • La duración que suele tener una brazada cuando estamos aplicando fuerza propulsiva está alrededor de 0,4 – 0,7 segundos por brazada.

En la siguiente gráfica mostramos la tendencia del impulso (Ns) durante un bloque de series de 8x100m a intensidades similares.

Se puede ver una tendencia superior del impulso de la brazada cuando respira hacía el lado izquierdo.

Conclusión

Como hemos visto durante todo el artículo, tanto el análisis cuantitativo (a través de las palas de potencia) como el análisis cualitativo (vídeo) nos dan información sobre la posibilidad de mejora del inicio de la brazada si mantiene la respiración hacía el lado derecho (su lado más cómodo para nadar) o cambiar hacia el otro corrigiéndose de forma involuntaria.

¿Cual sería tu propuesta de trabajo? Deja tu comentario.